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EDUCACION BILINGÜE: Los padres hispanos y la derrota de Unz
La Opinión, 17 de noviembre de 2000
Francisco Ramos
Las elecciones de hace unos días en Colorado y Massachusetts dieron una de cal y
una de arena a los
defensores y a los críticos de la enseñanza en inglés solamente (English-only).
Así, mientras la
antibilingüe Enmienda 31 era rechazada por el 56% de los votantes de Colorado,
una iniciativa similar
en Massachusetts, la Pregunta 2, era aprobada por casi el 70% de los electores.
Estas dos medidas
fueron escritas y financiadas por el millonario republicano Ron Unz, el autor de
las proposiciones 227
en California y la 203 en Arizona.
Hay que resaltar que la derrota de Colorado es la primera para Unz. En ella
tuvieron mucho que ver
los tres millones de dólares donados por Pat Stryker al grupo English Plus, que
permitieron a los
asesores de este último el poder competir en igualdad de condiciones con los
cientos de miles de
dólares invertidos por Unz en su campaña.
Si la derrota de Unz en Colorado es significativa, los resultados de dos
encuestas y un análisis
electoral aparecidos hace poco de forma simultánea lo son incluso más, porque
dejan en evidencia
uno de los argumentos usados por Unz para seguir intentado eliminar la educación
bilingüe en
Estados Unidos. Se trata del supuesto apoyo de los padres hispanos a sus
iniciativas.
Unz siempre ha destacado que lo que le decidió a involucrarse en la lucha contra
el bilingüismo fue
un artículo periodístico que hablaba sobre el boicot que unos 80 padres hispanos
habían hecho a la
escuela de la calle 9 en 1996 (a los pocos meses, cerca de 400 padres hispanos
boicotearon varias
escuelas en Santa Bárbara pidiendo precisamente lo contrario; es decir, que se
repusiera la
educación bilingüe para sus hijos, pero esto pareció no merecer su atención). A
partir de entonces,
Unz se autopresentó como el defensor de los padres a la hora de elegir el método
educativo que
quisieran para sus hijos.
Pues bien, a tenor de los resultados de los estudios mencionados, lo que desean
los padres hispanos
no coincide precisamente con los argumentos de Unz. Así, en una encuesta
nacional llevada a cabo
por la AOL Time Warner Foundation y la revista People en español (Hispanic
Opinion Tracker), el
95% de los encuestados declaraban apoyar la educación bilingüe. Los resultados
de la segunda
encuesta, conducida por el Instituto Mauricio Gastón y la Universidad de
Massachusetts, que
preguntaba a los encuestados sobre su voto en relación con la Pregunta 2 en
Massachusetts,
reflejaron cómo la oposición a esta iniciativa era del 92%. Por ultimo, un
análisis llevado a cabo en
Colorado por el periódico Rocky Mountain News comparando los datos del censo del
año 2000 con
los votos a favor o en contra de la Enmienda 31 por condado halló que, cuanto
mayor era el número
de hispanos por distrito, mayor era la oposición a la iniciativa antibilingüe.
Por ejemplo, en los tres
distritos de Denver en los que se concentran la mayoría de los residentes
hispanos, el rechazo a la
Enmienda se acercaba al 66% de los votantes.
Si a estos resultados añadimos el rechazo que manifestaron el 63% de los
hispanos hacia la
Proposición 227 en California en 1998, podemos ver que los padres hispanos no
sólo no apoyan las
medidas asimilacionistas de Unz,
sino que se oponen claramente a ellas.
Esto no quiere decir que se opongan a que sus hijos aprendan inglés, como han
intentado hacer
creer al público algunos medios informativos, sino que quieren que lo hagan a
través de métodos en
los que se usa el idioma nativo como apoyo.
A la vista de estos datos, será interesante examinar cómo justifica Unz sus
ataques a los programas
bilingües en Illinois y Oregon, que parecen ser los próximos estados a cubrir en
su particular lista
negra.
Francisco Ramos, Ph.D., es profesor universitario.
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